jueves, 24 de noviembre de 2011

SOLO UNAS HORAS, PERO INTENSAS

Hoy me he levantado especialmente pasional, todo pasó y tengo ganas de una aventura de un amor de un día sentido como ninguno, como si de una vida entera se tratase pero concentrada en solo una mañana.
Como todas las mañanas me he ido a la ducha pero hasta esta acción ha sido especial, me estremecido tan solo de pensar en nuestro encuentro, un encuentro que se que va a ser único porque jamás lo repetiremos, tan solo durará unas pocas horas, no puede durar más, es un amor unilateral y platónico, lo se, hay mucha atracción física por los dos, pero es un amor de euforia que no quiero que alcance más allá y se que tú tan solo te mueves por el sentido animal de atracción, tú te resistes a querer, no sabes, ó quizá no te hayan enseñado.
No me importa, se que te perderé en el mismo momento que nos alejemos, más bien te dejaré ir.
Me he pintado como si me fuese a un gran evento, lavado el pelo y dejado secar al viento mi melena rizada.
He cogido el vestido que me he comprado exprofeso para ti, porque así querías verme y que abandonase por unas horas mis vaqueros diarios de trabajo.
Me siento como una colegiala esperando el momento de encuentro contigo. Tengo mil cosas que decirte aunque prefiero escuchar tu voz, mirarte a esos ojos tiernos intentando hacerse el duro, esos labios carnosos.
Se ha hecho la hora de coger el coche, tengo que recorrer 250 km hasta nuestro punto de encuentro, ya que tu vienes del sentido contrario de casi 500 km.
Que 250 km más eufóricos, rebosantes de alegría, se me han hecho cortísimos, he llegado y no estas pero en un momento llegas, veo tu cara ruda, bajas del coche y vienes a mi encuentro, estoy muy nerviosa te abrazaría y no te soltaría.
Me miras con ojos tiernos y a la vez me dicen que te gusta como voy vestida y a la vez me expresan junto con tu aspecto dejado que tengo razón, lo cual aún me crea más morbo. Vas con unos vaqueros rotos, que no sueles vestir de esta forma, pero te quedan estupendos.
Nos subimos a tu coche y nos vamos a por un café, por el camino me dices que has soñado conmigo y me cuentas mil historias y otras tantas zalamerías para tenerme, lo que me hace derretir por dentro y mis ganas de acariciarte y abrazarte se hacen más intensas.
Tomando el café te digo lo que pienso aunque suavizado, simplemente para que sepas que se cual va a ser el final, te digo que me gustaría que no dejases de ser mi amigo aunque sabiendo que estando tan lejos vas a desaparecer, tu boca me dice que siempre amigos pero tus ojos me dicen adiós sin darte ni cuenta. Me da pena pero no me duele porque lo se y aún así me apetece sentirte.
Volvemos a coger el coche y nos vamos en medio del monte cerca de un pequeño lago donde me coges, me acaricias, me abrazas y me haces sentir la más especial del mundo. Donde observamos la naturaleza, lo noto solo haces que tragar saliva al igual que yo, nos deseamos tan solo escuchamos nuestro respirar intenso y lleno de lujuria y pasión.
Hemos pasado dos horas placenteras, se acerca el momento de marchar y con prisa me estas poniendo escusas para ir. y no volver a verme.
No me importa soy feliz hacía años que nadie me adulaba, cortejaba y deseaba con tanto furor.
Estoy volviendo a casa y pensando que aunque te has aprovechado de mi no es así yo me he llevado la mayor parte de ti porque he sido capaz de sentir hasta lo más escondido de tu ser, todo tu alma, tan solo con tu mirada y esos bellos momentos que quizá ya a estas horas habrás olvidado a mi me perdurará toda la vida en el rincón de bellos recuerdos de pasión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Te gustó?