jueves, 28 de julio de 2011

CREAR CON EL CORAZÓN

¿por qué hacer las cosas sin sentirlas?
¿Porqué no hacerlas cuando realmente se sienten?

Las cosas me gustan cuando se hacen con el alma, cuando se sienten desde el corazón, una canción, un escrito, un trabajo, una obra de teatro, una ayuda, ...

Cuando las cosas se hacen con el corazón, se nota tanto la diferencia...
Cuando estas viendo o escuchando algo,
como leer una bitácora y notar el sentimiento que el escritor a puesto en ella, eso es lo que hace que  nos emocionemos, que sintamos lo mismo que el escritor y nos introduzcamos como parte de la historia, y que crezca nuestro sentimiento hacia las cosas que nos rodean.
O cuando estás frente a una pintura hecha desde el corazón, te introduces en la imagen sintiendo la pasión del pintor, su ira su amor, su musa ...
incluso cuando estás en medio de un jardín recién plantado, sientes el estado de ánimo del jardinero, su sentir, su pasión ...
Hoy en día eso realmente no importa, la gente actúa sin más, sin poner ni un ápice de atención en lo que hace, y eso, las personas que sienten realmente las cosas lo perciben.
Ten por seguro que en un momento especial con un EL con una ELLA, en el que te sientes realmente bien, no preparas cualquier cosa para acompañar el momento, seguro que no pones cualquier canción, que no intentas recordar cualquier cosa. En esos momentos buscas algo especial, aquella canción que hace vibrar, ese recuerdo que te hace esbozar una sonrisa, o derramar una lágrima de felicidad....
Todo esto se esta perdiendo, cada vez sucede menos, es mas importante el llamar a las masas y hacer que todos sean un rebaño de ovejas, que van todas al mismo sitio.
Cada vez hay que buscar más para encontrar estas cosas que te llegan al corazón.
Todos deberíamos tener un rinconcito con esas cosas que nos hacen sentir tan bien, para los momentos en los que nos sentimos abatidos, o en los que queramos subirnos la moral, incluso para compartir con nuestros seres queridos.
Deberíamos dejar de lado todas esas cosas que se hacen sin sentimiento y conservar las cosas buenas que aún quedan.