miércoles, 15 de febrero de 2012

Mi gran pasión

Hoy me levanté muy contenta, hoy soñé nuevamente contigo.
Fue un sueño lleno de placer, húmedo y con no excesivo calor, pero si mucha euforia.
Estabas juguetón y yo entre a jugar, fue muy divertido, esa pascua, esa temperatura perfecta que ni hace frío ni el calor es intenso.
Me tumbé junto a ti esperando tus caricias y tú ibas y venías titubeante, sensual y con ganas de juego.
Mi querido amante, te veo en cuanto puedo.
Este otoño fuimos a verte y formamos un ménage à trois, mi marido, tú y yo. Fue un amanecer perfecto permanecimos hasta hacerse completamente de día.
Sin embargo la última vez que nos vimos, me quedé sentada junto a tí, no pude aproximarme estabas enfadado, embravecido, parecía que iba a desatarse una tempestad con gran oleaje, no eran caricias sino fuertes golpes contra las rocas que salpicaban tu ira, estabas frío y distante no permitías que me acercase, me daba pavor, engullías barcos, lanzabas ballenas.
Impones respeto cuando no se te conoce.
Espero que cuando nos veamos nuevamente estés en calma de forma que cumplamos mi sueño.
Mi querido MAR MEDITERRÁNEO, no hay otro igual que tú,
tus aguas frías en invierno y cálidas cuando llega la primavera y calientes cuando llega el verano.
Mi querido MAR MEDITERRÁNEO que un alba y una puesta de sol hacen soñar despiertos junto a ti.
Mi querido MAR MEDITERRÁNEO que con el crudo invierno eres todo poder, eso si, majestuoso como tu solo, con tu oleaje golpeas los espigones de puerto indicando que no estas de humor para que se posen sobre ti. No alcanzas el poder de los otros grandes océanos porque tu dulzura es superior a la suya.
Mi querido MAR MEDITERRANEO que el tiempo perfecto para visitarte es la primavera que te acompaña el sol pero no con toda su fuerza y tus aguas calmadas van y vienen permitiendo que quien quiera se acerque a ti y moje tan solo sus pies sin llegar a enfriarselos.