jueves, 15 de diciembre de 2011

Eres especial


No te tengo, pero te siento.
Puede que te vayas o que no hayas vuelto o que todavía no hayas venido o tan solo que no estés, pero lo que si que estás y estarás es en mi corazón.

Me gustas! sabes sacar lo que hay en mi alma,
lo bueno, para que pueda disfrutar y lo malo, para que se vaya y no me haga daño.
No se por donde apareciste pero no deseo que desaparezcas jamás.

Con lo que me costó confiar, ahora me cuesta confiar, han sido años duros, cayendo y levantando, sacando fuerzas de donde no las hay, cogiéndome a antorchas que terminaban por quemarme la mano, a amigos que clavaban su daga, otros en cambio, como tu que me tienden la mano, una mano suave, ni muy fría ni muy caliente, que al cogerte me  recorre el cuerpo entero un sentimiento de placer y paz.
No hacen falta palabras, tan solo una mirada para saber que hay en tu alma y en la mía.
Tú me has creído cuando te he dicho, "me persiguen", aparentemente nadie me seguía, iba variando rumbo para que pareciese casualidad, para que la culpabilidad se tornase hacia mi, para que pareciese que me estaba volviendo loca y obsesionada por otra persona que aunque aparentemente parece tan ruin como el persecutor, me niego a pensarlo.
Tú me has creído, solo tú me has escuchado, me has entendido, mimado y consolado con tus palabras, al contarte desconsolada la persecución y el final de esa persecución.
No pareces real, pareces un hada, un ente divino, ese que aparece al amanecer y desaparece cuando se alcanza el día.
Me gusta ver amanecer y a la vez me entristece, toda la magia que tiene ver aparecer el sol tras el horizonte, ayá donde acaba el agua, desaparece en cuanto alcanza altura, se convierte en inaccesible y demasiado deslumbrante.
No me levantas, me tiendes la mano para levantarme, no me das de comer, me muestras como hacerlo. Me recuerdas que tengo que estar observando, participando del mundo, ya que puede que pase alguien digno de ser amigo y por mis falsos temores lo deje marchar, o peor lo aparte con mi tristeza.
Me recuerdas que no todo es malo.
Haces que tenga ganas de superar todos los obstáculos que se me pongan delante, de volver a ser esa persona luchadora, con ganas de crecer, con ganas de amar y no querer que connota posesión, equilibrista-funanbulista, que aunque por una cuerda floja me hicieran andar, con paso firme llegar a la otra orilla.
Con tu silencio paciente, me haces reflexionar y ver que el comportamiento no es acorde a mi sentir, a mi ser. Y al romperlo, me alegras el alma, ya que solo lo rompes cuando crees que he reflexionado.
Me gustas! haces que el día sea bello, me haces ver como no soy tan rara, con mis virtudes y mis defectos, hay gente que piensa como yo, tan solo soy especial.
Aunque algo te tengo que decir, no soy tan especial como tú, que has sido creada en una única pieza para que jamás nadie pueda perderte una parte de ti.