sábado, 27 de octubre de 2012

A mi amiga C

Esta es mi humilde forma dedar las gracias por contar con vosotros entre mis amigos.
Son aquellas cosas que en persona no sabría expresar. Que nadie piense que es por adular oidos por ello no pondré nombres. Solo aquel que escuche sabrá que hablo de él. Pero tampoco porque no se vea identificado piense que no pienso en él.

De la que os quiero hablar en primer lugar es una chica que tiene mucho carácter y a la vez es dulce y comprensiva. Con sus palabras es capaz de transmitir y hacer vivir lo que ella siente.

Es una persona de esas que parece que te adivine lo que te hace falta en cada momento que le vas a contar algo y se adelanta, de las que siempre aprendes.
Es una persona extremadamente amable, con un interior muy dulce y con aspecto de fuerza aunque se le ve la fragilidad y pureza de una bella figura de cristal fino.
Que se ruboriza.
Siempre encuentra una palabra dulce hacia mi, aunque lo que le cuente se lo diga con las palabras torpes que me caracterizan.
La conocí de forma casual, a través de otro amigo por las redes sociales, el mes que viene hará un año.
Aunque vive lejos de mi, aunque ella no repara más allá. Le debo más de lo que se pueda imaginar y por ello la catalogo como amiga y haría lo que fuera por ella. Y la siento más cercana que otros que puedan estar a dos palmos de mis narices.
Hacía tiempo que nadie me escuchaba, pero porque yo estaba siendo incapaz de contar ni expresar nada, me encontraba inmersa en mi interior encerrada y dedicada a escuchar a todos y complacer y no pensar en mi, estaba realmente agotada de ver como todo lo que intentaba me salía del revés.
Durante casi un año, sin ella saberlo, con sus palabras me está ayudando, estoy aprendiendo a expresarme.
Al principio de conocerla me sentía como si la espiase, nunca le dirigia la palabra por si le molestaba, o importunaba con mis torpes palabras.
La veía tan superior a mi, tan firme y segura de si misma que me sentía incapaz.
Situación que duró hasta que, ya con la energía que me había transmitido, un impresentable decidió faltarle al respeto y algo en mi interior se revolvió hasta tal punto que no pudé contenerme y salté (aunque ella sola se bastaba) para que supiese que no tenía unos cuantos sino que contaba con más para apoyarla y acompañarla.
A pesar de todo lo que pueda pensar del indeseable, también le tengo que agradecer su intervención (todo pasa por algo), a partir de entonces ya logré romper el hielo comunicarme con ella y no me canso de contarle, y de responder cuando ella de forma tan sublime, convierte una historia normal o hasta triste en algo hermoso y elegante.
Ahora ese sentir del principio a pasado a un profundo respeto y cariño hacia la gran persona que es.
Por supuesto, como gran persona que es siempre, tiene al cretino y solo por envidia o celos, creo yo, por no alcanzarle ni a la suela de los zapatos le increpa cualquier necedad, de las que ella sale con una fuerza impresionante y demostrando una clase superior.
Definirla como veis me es muy difícil porque defectos supongo que tendrá como todos tenemos pero lo que estoy segura es que jamás se le podría calificar de presuntuosa o falta de expresión en su rostro o alma.
Que decirte mi querida amiga:  GRACIAS POR ESTAR, por escucharme.

Esta entrada se quedó en el tintero allá hace un año, pero me apetecía soltarla ahora, porque un año después sigo sintiendo lo mismo.

2 comentarios:

  1. Esa amiga es muy, muy afortunada por poder contar con alguien como tú, querida África. Seguro que agradece más de lo que imaginas que esta entrada haya visto la luz.
    Un beso fuerte.

    ResponderEliminar

¿Te gustó?